Llevo bastante bastante tiempo retrasando el upgrade de Ubuntu de la 16.04 LTS a la 18.04 LTS. No sé por qué. El caso es que esta semana me he puesto manos a la obra y he tenido raras sensaciones. En Twitter ya expliqué algo en este hilo:

Así que después de esta agridulce actualización, por mi cabeza pasó una idea en forma de flecha: ¿por qué no instalas Arch Linux? ¿¡Qué!? ¿Estamos locos? Atrás quedaron las tardes muertas delante de un terminal intentando configurar la distribución del teclado; ahora tengo otras cosas que hacer.

Fue entonces cuando me encontré con un artículo: “Arch Linux para seres humanos”, y fue con su lectura que descubrí Manjaro Linux. Lo primero que me sorprendió fue que estuviera entre las distribuciones más populares por mucho tiempo. ¿No era Ubuntu?

Puedes consultar el ranking de popularidad en la página de DistroWatch.

Enjoy the simplicity

Así reza el lema en la página web. Instintivamente me descargué una ISO y lo probé con un Live USB.

He caído perdidamente enamorado.

Así de simple. Tanto que lo que he hecho durante esta semana ha sido redimensionar la partición que tengo de Ubuntu para hacer hueco e instalar Manjaro Linux. Instalada está y heme aquí escribiendo estas palabras desde el que, al parecer, será mi nuevo sistema operativo. No hablaré de las bondades (que cada uno juzgue por sí mismo) pero si mi flechazo es real, formatearé Ubuntu (pc y portátil) para quedarme aquí. Para siempre.

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